jueves, 2 de abril de 2015

Bob Brozman, un genio desconocido de la guitarra

Fire in the mind
Hace unos meses, en el magnífico y ya desaparecido blog de música afrocubanlatinjazz, leí una entrada sobre un tal Bob Brozman, artista americano de blues... Esto fue algo que me llamó la atención en un blog dedicado a otro tipo de músicas, más meridionales digamos, pero que no dejaba de ser siempre un magnífico lugar de aprendizaje cuyo creador nunca descuidaba un excelente gusto musical (Luis, te echamos de menos), así que me decidí a investigar quién era este tipo con cara de rabino y perenne camisa hawaiana...

Y entonces descubrí que Brozman, de origen judío, había sido elegido en varias ocasiones por revistas especializadas como uno de los mejores guitarristas del mundo, que falleció en el 2013, y que fue un guitarrista versátil y talentoso, un respetado etnomusicólogo y reconocido experto mundial en guitarras resonadoras... Y que ha sido además una auténtica fuerza de la naturaleza, un genio de energía arrolladora, a juzgar por los directos que le he visto en vídeo. Brozman, como no, manejaba unos cuantos de estilos musicales, como el folk, blues, música hawaiana, ragtimeswing al estilo Django Reinhart... y era un incansable viajero en busca permanente de otras culturas y de poder colaborar con otros artistas...


El que muestro a continuación es de los primeros vídeos del artista que tuve la suerte de ver (la canción en realidad se titula Jinx Blues Hop). A parte de cierta cómicidad, su ejecución es increíble y su sentido del ritmo es bestial, extraordinario... Fue entonces cuenta me dí cuenta de las dimensiones del tipo al que me enfrentaba:


Dicen que los judíos son los mejores cómicos que hay, y Bob, a parte de maestro del slide, del fingerstyle y de hacer percusiones con la guitarra, es conocido en sus actuaciones por su locuacidad, así como por manejar varios idiomas para poder interactuar mejor con el público. A esto habría que añadir, si ya lo habéis comprobado, un dominio brutal del instrumento, un agudísimo sentido del humor que imagino (por lo leído y por las risas de los conciertos), una energía desbordante y un sentido del ritmo extraordinario y único... Otra muestra: Love in Vain como antes no la había escuchado interpretada.


Respecto a sus discos, de todos los que le he oído, me quedo con el último, Fire in the Mind (2012). Ya en la escucha de la estupenda primera canción, Breathing the Blues se comprueba que estamos ante el trabajo de un monstruo de las seis cuerdas. A pesar de ser un disco algo oscuro (estamos hablando de blues), se puede apreciar, mientras se avanza, la singularidad del genio... Varias de las canciones se desarrollan como si de un diálogo entre él y el batería se tratara, mientras Brozman va desgranando su estupendo e intelectual blues, magnífico compendio de técnica, energía y pasión. En algunos momentos, a muchos les sonará a Ry Cooder, por ejemplo en American House Fire Blues, aunque para mí Brozman resulta bastante menos pesado de escuchar que aquél... Por suerte el disco tiene cabida para otros registros más alegres como Rythmn is the Thing (el ritmo es el asunto, ¡si señor!), o la criolla Banm Kalou Banm. Y para cerrarlo, Lonesome Blues, cuya escucha parezca llevarnos al delta del Mississipi para oir al mísmisimo Skip James con su voz fantasmagórica... En definitiva, música atemporal de un talentoso artista.

Por último, decir que estuve leyendo que Brozman, al igual que  Bill Cosby, había podido estar abusando de ciertas chicas años atrás, algo realmente deplorable y condenable, pero que no me debe impedir admirar el talento musical de este gran genio judío...

Y el que quiera el disco... que se busque la vida, como todo hijo de vecino.




Fuentes:
Worldmusiccentral.org
Offthetracks
Amazon.com:  Brozman's biography


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